RESEÑAS/REVIEW
Rosaria Vignolo Munson, conocida por su colaboración en obras colectivas como el Cambridge Companion to Herodotus (2006) y Telling Wonders: Ethnographic and Political Discourse in the Work of Herodotus (2001) y por sus numerosos artículos, es la editora de los dos volúmenes dedicados a Heródoto en la Colección Oxford Readings in Classical Studies a los cuales nos referimos en esta reseña.
Esta nueva obra reúne estudios de diversos especialistas que fueron publicados originalmente entre 1955 y 2009. El propósito de la editora es ofrecer a quienes se propongan estudiar o leer a Heródoto una selección orientadora acerca de lo que considera imprescindible de la investigación moderna sobre Heródoto. El valor de los capítulos no está, por lo tanto, en la novedad sino en la vigencia de sus afirmaciones. Además de la calidad de los colaboradores, que garantiza el valor de la obra, esta publicación permite repensar los temas que conciernen a la Historia e invita a cotejar sus apreciaciones con las de otros volúmenes colectivos como los que se han mencionado anteriormente –o los volúmenes monográficos escritos por esos mismos especialistas–.
A la hora de organizar el material seleccionado, la editora decidió considerar los dos aspectos que, desde principios del siglo XX y gracias al artículo de Felix Jacoby se reconocen en la obra de Heródoto: su interés por los viajes y su manifiesta dedicación a la historia. A pesar de que Vignolo Munson expresa su desacuerdo con esa concepción dicotómica de la obra herodotea, la adopta por su utilidad organizativa. Por ello, el volumen 1 está dedicado a los estudios que se ocupan de Heródoto como historiador y el volumen 2, a Heródoto el viajero.
En el volumen 1, después de un breve prefacio destinado a reconocimientos y agradecimientos principalmente, la editora pone al lector al corriente del estado de la situación acerca de los estudios sobre Heródoto y remite a los capítulos en que se discute cada uno de esos aspectos en una introducción de veintiocho páginas. La referencia a los capítulos de los dos volúmenes se complementa con información adicional acerca de otros investigadores y sus respectivas obras que comparten la perspectiva de los autores de los capítulos o están en conflicto con ellos.
La introducción se divide en tres partes: “Herodotus today”, “A life of Herodotus?” y “Approaches and contents of Volume 1”. A su vez, estas tres se subdividen en segmentos más breves algunos de los cuales están titulados.
El primer apartado, “Herodotus today”, considera el renovado interés por Heródoto no solo entre los investigadores que no están condicionados por el modelo historiográfico de Tucídides, sino entre los lectores (‘general educated public’) que básicamente disfrutan de la lectura de Heródoto como la de un clásico al que se tiene siempre a mano. Señala el caso particular de Kapuściński y de Marozza, que lo llevan en sus viajes, y hablan de él en sus propios textos por lo cual se multiplica en sus lectores la curiosidad por Heródoto. También considera el efecto motivador del cine en el deseo de conocer la fuente de los relatos después de ver las películas que tienen relación con la Historia, como ocurre con El paciente inglés o con 300.
Señala que Heródoto ‘piensa globalmente’, rasgo que también lo acerca al lector de nuestro tiempo. Este enfoque ‘global’ puede reconocerse en el modo en que recorre Grecia, Egipto, Escitia y habla con la gente, observa sus costumbres, “explora la relación entre geografía y cultura y entre cultura y gobierno”, a lo cual se suma el hecho de que es un buen narrador, por lo que su propio lógos incluye numerosos relatos con diversos niveles de enunciación. Munson hace notar también que la complejidad de la obra de Heródoto permite a los estudiosos un abordaje desde diferentes perspectivas tales como el estudio de las fuentes, la tradición oral, la narratología, la relevancia de la historia del pasado en los propios tiempos de Heródoto, la representación de o información acerca del Otro. Este listado de enfoques posibles es significativo pues permite a la editora organizar los capítulos que forman los dos volúmenes. Elige los dos ejes que han marcado el rumbo de los estudios sobre Heródoto desde el artículo de Felix Jacoby aparecido en 1913, esto es, la narración de los acontecimientos del pasado y la descripción de territorios y culturas.
El segundo apartado, “A life of Herodotus?”, considera el problema que enfrenta quien decide estudiar a Heródoto y aspira a relacionar al autor con su obra. Vignolo Munson hace notar cómo las marcas del narrador en el texto de la Historia favorecen la percepción de que es verdaderamente Heródoto quien ‘ha visto ciertas cosas y escuchado otras’. A continuación, en un apartado cuyo título es “Herodotus the traveller”, señala que es precisamente en los viajes donde su presencia parece más patente, así como también resultan más evidentes en esas descripciones ciertas imprecisiones acerca de los lugares visitados y su cultura, lo cual ha contribuido a minar la credibilidad de Heródoto desde la Antigüedad hasta tiempos modernos. En el segmento siguiente, “Between East and West”, considera la patria de Heródoto y explica por qué puede afirmarse que fue Halicarnaso y no Turios la polis de origen. Otro aspecto tratado a continuación es la relación de este autor y la política en el apartado titulado “A politically active Herodotus?”. Aquí hace referencia a las fuentes con que puede contar el estudioso de la Antigüedad, además de lo que el autor pueda decir acerca de sí mismo en su obra, y se pregunta hasta dónde es conveniente seguir esas fuentes, por ejemplo la Suda. Reflexiona la editora acerca de la necesidad que tiene el lector de confiar en algunos de los datos biográficos por el hecho de que Heródoto es un historiador que escribe una obra histórica. El segmento siguiente, “Herodotus original audience: when, who, where?”, abre un abanico de posibilidades a quien se acerca a estudiar a este autor porque pone en el tapete el problema de la relación entre la escritura y la performance de la obra en una cultura eminentemente oral como lo era todavía la de la Grecia del siglo V.
Por último, la tercera parte de la introducción, “Approaches and contents of volume 1”, se ocupa específicamente del contenido de los capítulos incluidos en este volumen y al hacerlo retoma algunos de los temas tratados en las dos primeras partes.
El primer segmento de esta parte, “Antecedents, sources, credibility, and historie”, remite a los capítulos de Arnaldo Momigliano, “The place of Herodotus in the history of historiography” (1966), y de Robert Fowler, “Herodotos and his contemporaries” (1996). Momigliano se ocupa de la recepción de la obra de Heródoto desde sus contemporáneos hasta el siglo XVIII y concluye que Heródoto está vigente con la fuerza de su método de estudio no solo del presente, sino también del pasado. Y cierra con la afirmación de que es “a strange truth that Herodotus has really become the father of history only in modern times.”
Fowler, por su parte, analiza el texto de Heródoto desde la narratología y concluye que lo que lo diferencia de otros es la frecuencia con que hace referencia a otras voces, problematiza los desacuerdos que reconoce entre sus fuentes y evalúa la credibilidad de los logoi con las herramientas retóricas y científicas de su tiempo.
El siguiente apartado es “Herodotus and oral tradition”. R. V. Munson comenta que a un estudio de D. Fehling (1971 y 1989), quien propone que la obra de Heródoto es producto de la mera invención de su autor, se contraponen otros que reconocen una rica y variada tradición a la que Heródoto recurre para elaborar su Historia. Los artículos que componen este apartado se ocupan de ese tema y han sido elaborados por Nino Luraghi, “The stories before the Histories: Folktale and traditional narrative in Herodotus” (2005), J. A. S. Evans, “Oral tradition in Herodotus” (1980 y 1991), y Harriet Flower, “Herodotus and Delphic traditions about Croesus” (1991).
A continuación el volumen presenta el apartado “Causation, pattering and the meaning of history”, que tiene como figura señera a Henry Immerwahr con su escrito sobre “Aspects of historical causation in Herodotus” (1956), que muestra una variada serie de posibles estructuras que se repiten a lo largo de la obra de Heródoto y le dan coherencia al relato que se interesa por señalar causas, por ejemplo las causas asociadas a las nociones de expansionismo y venganza. Al artículo de Immerwahr, le siguen el de Donald Lateiner, “Herodotean historiographical patterning: ‘The Constitutional Debate’” (1984), y el de Matthew Christ, “Herodotean kings and historical inquiry” (1994).
El apartado siguiente está dedicado a “Narratology” y contiene un solo capítulo cuya autora es Irene de Jong, “Narratological aspects of the Histories of Herodotus” (1999). En este capítulo, la autora considera lo propiamente herodoteo en relación con el modelo narrativo de Homero.
Los tres capítulos que siguen integran el segmento titulado “The uses of history”. Ellos son obra de Hermann Strasburger, “Herodotus and Periclean Athens” (1955), Charles Fornara, “Herodotus’ perspective” (1971), y Philip Stadter, “Herodotus and the Athenian arche” (1998). Esta parte del volumen considera el pensamiento político y religioso de Heródoto tal como se aprecia a partir de su discurso histórico. Vignolo Munson reconoce el peso que Fornara tiene para nuestra lectura política de la Historia.
Cierran el volumen dos capítulos agrupados bajo el título de “Look at his end”. Ellos son “Protesilaos and the end of Herodotus’ Histories” (1988), por Deborah Boedeker, y “Wanton kings, picked heroes, and gnomic founding fathers: Strategies of meaning at the end of Herodotus’ Histories” (1997), por Carolyn Dewald. Vignolo Munson explica la elección del título del apartado haciendo referencia a las palabras que Solón dice a Creso “debemos contemplar el final de cada asunto para saber cómo ha de resultar”. Esta afirmación puede esclarecer también el modo en que se cierra la Historia, de un modo que ha sido juzgado por algunos como carente de un verdadero final y que, en realidad, le otorga un carácter de opera aperta.
El volumen se completa con una tabla de Acknowledgements, una nutrida Bibliography, un Index of Passages from Herodotus’ Histories y un General Index, que facilita la consulta puntual de cualquier tema tratado en este libro.
En conclusión, el volumen resulta de indudable utilidad como obra de consulta de todo aquel que se inicie en el estudio de Heródoto, para saber de dónde provienen las líneas de investigación vigentes y hacia dónde se encaminan. Sin embargo, también puede ser consultado con provecho por quienes tienen ya sus estudios encaminados pues les ofrece un mapa para recorrer el poblado territorio de la crítica herodotea y para poder ubicar su propia investigación en relación con él.
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En el segundo volumen dedicado a Heródoto la editora ha reunido quince artículos acerca del abordaje etnográfico/geográfico que el padre de la historia propone en su obra.
Con una organización semejante a la del volumen anterior, el libro distribuye su contenido en un prefacio, una introducción general y seis apartados centrados en temáticas relevantes. A continuación se detalla la procedencia de textos que componen el volumen, seguida de una extensa bibliografía acerca de Heródoto, un catálogo de los pasajes de la Historia citados en este libro y un índice analítico general de términos significativos mencionados en el desarrollo de los capítulos.
La “Introducción”, que se divide en dos apartados: “Ethnography and history” y “Approaches and contents of Volume II”, retoma el problema de la relación entre etnografía e historia, un aspecto de peso en el abordaje del estudio de la obra de Heródoto que remite también a sus predecesores en la prosa histórica griega. Esta referencia intertextual ya había sido considerada en Telling Wonders. Ethnographic and Political Discourse in the Work of Herodotus (2001), donde Vignolo Munson explicaba cómo los estudios de Fornara y Nagy –especialmente su Pindar’s Homer. The Lyric Possession of an Epic Past (1990)– habían guiado su propio abordaje de la Historia de Heródoto. En su libro, Munson señalaba una relación significativa entre las descripciones etnográficas y el carácter didáctico reconocible en la Historia. Del mismo modo, en la Introducción que estamos considerando, Vignolo Munson insiste en que las numerosas descripciones etnográficas que Heródoto incluye confirman la coherencia de su obra tanto a nivel ideológico, pues revelan “the same sets of tensions between difference and similarity” cuanto a nivel epistemológico, ya que muestran “a striving for accuracy mixed with the ever-present uncertainty of human knowledge.” (Vignolo Munson, 2013: 1) Como ejemplo de esa profunda integración entre el plano histórico y el etnográfico, y también del modo en que a partir de los casos particulares Heródoto propone una conclusión general, la editora elige el mismo pasaje con que se abre su texto de Telling Wonders, esto es, la descripción del transporte de mercancías por el Éufrates, recorrido que se hace a favor de la corriente, nunca río arriba. Señala que es uno de los muchos ejemplos de la abundancia de recursos de los asirios y, al mismo tiempo, muestra la contraposición entre la vida de las comunidades que “make the best of their surroundings” y las desmesuradas acciones de quienes gobiernan esos territorios. La inclusión de pasajes como el mencionado cumple la función de revelar prácticas colectivas que resultan exóticas, pues difieren de las habituales entre los griegos, y son a la vez ‘normales’ pues respetan la dike natural y la moira.
En la segunda parte de la introducción, la editora anticipa brevemente el contenido de los capítulos. A la luz de la relación entre el enfoque etnográfico de Heródoto y la tradición del ainos señalada por Nagy, Vignolo Munson organiza los quince textos bajo los siguientes títulos: “Phusis and Historie”, “The Homeric wanderer”, “Women in Herodotus”, “World religions and the divine”, “Herodotus’ barbaroi” y “Us and them”.
“Phusis and Historie” incluye tres capítulos que abordan la delicada relación entre el orden natural que Heródoto reconoce en el mundo y la posibilidad de la indagación acerca de ese orden. En “The boundaries of Earth” (1992) James Romm analiza las diferencias de perspectiva entre la descripción del mundo de Heródoto y la de los autores arcaicos –arcaicos y filósofos de la naturaleza–, Aristóteles y teóricos griegos posteriores –Eratóstenes y Tolomeo–. Señala Romm que para este historiador el mapa se divide en un espacio interior y uno exterior cuyo límite no está fijado por tierra-agua, como lo concebían sus predecesores, sino por la presencia o ausencia de habitantes humanos y la consiguiente posibilidad de obtener un testimonio de su parte. Para Heródoto –nos dice la editora– los límites de lo observable constituyen un problema epistemológico de un modo semejante al que enfrenta quien se interna en el pasado más lejano y entra en el terreno del mito. El siguiente capítulo, “Herodotus and analogy” (1984), de Aldo Corcella, considera cómo funciona la gnome, esto es, el razonamiento, la interpretación, cuando se llega a ese límite de lo observable. El problema nace del fundamento mismo del método de Heródoto, que se asocia con la opsis en primer lugar, y en la akoé como segunda posibilidad, cuando no es posible acceder a la primera. En esos casos, uno de los procedimientos que aplica Heródoto es el de la analogía, que le permite proponer una explicación para lo que no puede comprobar empíricamente basándose en otro fenómeno semejante que sí ha observado. El tercer y último capítulo de este apartado es “Herodotus and historia” (2007), de C. Darbo-Peschanski, quien coincide en la analogía constante en la Historia, evidente en el reconocimiento de una norma que regula la phusis, una dike que es amenazada por las decisiones de quienes tienen el poder para desafiarla.
El segundo apartado, “The Homeric wanderer”, explora los modos que Heródoto parece haber heredado de la épica no solo en el propósito de hacer recordar las hazañas de los hombres –tanto griegos como no griegos–, sino también en la voz del que describe las tierras extrañas y contiene un solo capítulo que asocia a Heródoto con Odiseo. En “Herodotus and Odysseus” (2007), John Marincola –uno de los editores de The Cambridge Companion to Herodotus (2006), obra que incluye un capítulo de este mismo investigador sobre “Herodotus and the poets of the past”–, asocia la voz del narrador –que se identifica con la de Heródoto– con el narrador-Odiseo que relata diversas autobiografías y cuenta acerca de lo que ha visto en sus viajes.
El tercer apartado está dedicado a “Women in Herodotus”. Señala la editora que en su mayoría, las mujeres que Heródoto incluye en su obra son no griegas. Estas mujeres a menudo actúan como espejo de la conducta de los varones, con lo cual se intensifica el efecto que Heródoto espera generar a partir de la descripción de su conducta. Dos capítulos están incluidos en esta parte. El primero, “Exit Atossa: images of women in Greek” (1983), de H. Sancisi-Weerdenburg se complementa con un “Addendum” (2012) de Amélie Kurt. El tema de la mujer en Persia, especialmente en relación con su rey es retomado por Sancisi-Weerdenburg en otros estudios, como el que se incluye en el Brill’s Companion to Herodotus (2002). Esta autora señala que Heródoto parece estar mejor informado que otras fuentes griegas acerca de los persas y trabaja con tradiciones genuinas, por lo que puede funcionar como una fuente de información interesante. Propone –y su argumento es sostenido también en el Addendum de Kurt–que es tiempo “to liberate ourselves from the Greek view on Persian history. The notorious women in this history should be confined to their real place, that is in literature. They should not be used as a basis for superficial and condescending judgements of the decline and fall type” (2013: 148). El capítulo que cierra este apartado es “Women and culture in Herodotus’ Histories” (1981), de Carolyn Dewald, editora junto a Marincola de The Cambridge Companion to Herodotus (2006). En este capítulo, la autora se propone investigar el retrato que Heródoto ofrece de las mujeres en la creencia de que refleja una combinación de tradición oral y creencias griegas de extensa vigencia referidas a diversas categorías de mujeres: las que no actúan (víctimas, en un contexto que genera temor o denota peligro), las que actúan (a pesar de su vulnerabilidad) y, dentro de esta última categoría, cinco clases que corresponden a las mujeres que actúan colectivamente dentro del contexto de su polis, las que son descriptas en un marco etnográfico, mujeres definidas individualmente por el papel que juegan dentro de su familia, otras que actúan en la esfera pública y por último, las sacerdotisas.
El cuarto apartado es “World Religions and the Divine”. La editora señala que Heródoto habla colectivamente de ‘los dioses’ o se refiere a ‘lo divino’ como un principio unificado que participa tanto en el mundo humano como en el natural de acuerdo con una noción de justicia que atraviesa los ejes del tiempo y del espacio. Por otra parte, como lo indica la cita de la gnome presente también en Píndaro, que Heródoto incluye en el libro tercero, “Nómos es reina de todo” (3. 38. 4), lo cual indica que cada sociedad representa lo divino a su manera y que todas las representaciones son igualmente válidas. En el primero de los dos capítulos que componen este apartado, “Herodotus and Religion” (1994), John Gould señala que Heródoto cree en un nivel sobrenatural también como causa histórica. El segundo capítulo, “Herodotus on the names of the gods: Polytheism as a historical problem” (1985), escrito por Walter Burkert, analiza en especial el abordaje que Heródoto hace de la historia de los nombres de los dioses griegos en relación con el culto que practican los egipcios, los primeros que aprendieron acerca de la divinidad y cómo honrarla, y quienes enseñaron su saber a los pelasgos, a través de quienes recibieron los griegos los nombres de sus dioses. El capítulo muestra también la habilidad de Heródoto para integrar la pluralidad y la unidad, cultura y naturaleza, “i.e. the whole sphere of the real, which language represents,including the gods” (2013: 11).
El quinto apartado “Herodotus’ barbaroi”, es el más extenso pues comprende cinco capítulos, cuyos títulos sugieren que podrían ser incluidos en alguno de los apartados anteriores. Sin embargo, la editora justifica la nueva categoría al mencionar cómo el enfoque antropológico estructuralista que a partir de Lévy-Strauss y los aportes de los representantes de la École Pratique des Hautes Études (Vernant, Vidal-Naquet, Detienne entre otros) cambiaron el rumbo de los estudios sobre lo etnográfico en Heródoto. Los tres primeros capítulos de esta sección están relacionados con este enfoque, pues se centran en los pasajes etnográficos de la Historia como si se tratara de un sistema cerrado, sin conexión necesaria con el mundo real de las culturas foráneas. El primero es “Women’s customs among the ‘savages’ in Herodotus” (1978), por M. Rosellini y S. Saïd. El segundo es “Imaginary Scythians: Space and nomadism” (1979), de F. Hartog. El tercero es “Herodotus the tourist” (1985), de James Redfield. En los últimos dos capítulos de esta quinta sección, los autores retoman la consideración de la relación entre lo que dice Heródoto y las culturas a las que se está refiriendo. El cuarto es “Herodotus and an Egyptian mirage: The genealogies of the Theban priests” (2002), de Ian S. Moyer, quien señala que debemos modificar la imagen de un Heródoto que no descubre, sino que crea la representación de las culturas que describe –la egipcia es su particular tema de reflexión en este capítulo– y, en su lugar, reconocer el papel de quienes sirven de informantes para el historiador. El quinto es “Who are Herodotus’ Persians?” ( 2009), de R. V. Munson, quien se centra en el entorno social e histórico de los persas reales que se esconden tras las descripciones de Heródoto.
La sexta parte, “Us and them”, comprende los dos capítulos finales. A partir del encuentro con otras culturas, y a pesar de presentar a los no griegos dentro de ciertos modelos de pensamiento propiamente griegos, Heródoto ofrece un enfoque propio de esa visión del no griego. Por una parte, como ejemplo de un comportamiento encomiable, es decir que desafía la noción que se desprende de los estereotipos. El primer capítulo de esta sección es “Ethnicity, genealogy, and Hellenism in Herodotus” (2001), de Rosalind Thomas. En él, la autora explora la noción de ‘us’ , es decir la noción de identidad de los griegos desde la perspectiva que Heródoto ofrece en su Historia. El último capítulo de este apartado es “East is East and West is West – Or are they? National stereotypes in Herodotus (1997), por Christopher Pelling, quien invita a reconsiderar la propuesta de Hartog acerca del tratamiento de la alteridad en la Historia, basado fuertemente en polaridades.
Este segundo volumen sobre Heródoto editado por Rosaria Vignolo Munson comparte con el primero el incuestionable valor de los autores seleccionados, que permiten tanto a quien desee iniciarse en el estudio de la Historia como al que ya esté recorriendo ese camino, un panorama de lo que los especialistas han dicho sobre el historiador de Halicarnaso en los últimos cincuenta años. Leer estos capítulos es una invitación a la lectura de Heródoto.
María
Guadalupe Barandica
Universidad
Nacional de Cuyo
La observación de que el teatro griego, y en particular la tragedia, es un género fuertemente retórico es una observación antigua y familiar que ningún crítico de nuestro tiempo se atrevería a discutir. Sin embargo, en Retórica y discurso en el teatro griego se pone el énfasis en algunos aspectos que al momento de la investigación distan mucho de estar agotados. Como respuesta a esta falta, este volumen se destaca por priorizar e investigar las formas de argumentación, las estrategias de discurso y el grado de estilización retórica que manifiestan los personajes del drama al hacer uso de prácticas que tanto la audiencia interna como externa del teatro debían de reconocer como propias de la práctica oratoria, sus distintos efectos, los problemas que los poetas dramáticos abordan a través de formas argumentadas de pensamiento y las diferencias a este respecto entre tragedia y comedia.
El volumen Retórica y discurso en el teatro griego a cargo de las investigadoras Milagros Quijada Sagredo y M. Carmen Encina Reguero junto a otros investigadores de sólida trayectoria supone un amplio e interesante abordaje acerca de la utilización de estructuras y elementos propios de la retórica tanto en la tragedia, en la comedia como así también en el drama satírico con inclusión de algunos textos fragmentarios y papiráceos.
El libro reúne doce valiosos artículos que constituyen algunos de los resultados a los que se ha llegado mediante un proyecto de investigación sobre retórica y teatro griego del que han formado parte profesores de las Universidades del País Vasco, Sevilla y Coimbra durante los años 2010 a 2012.
Estructuralmente, el libro presenta tres grandes apartados correspondientes a cada uno de los géneros teatrales: tragedia, comedia y drama satírico. Se compone además de una presentación inicial a cargo de Quijada Sagredo y a modo de cierre del volumen, un index locorum a cargo de Encinas Reguero.
En la presentación Quijada Sagredo hace un abordaje de los temas tratados en los distintos artículos en los que tanto retórica como discurso son estudiados desde perspectivas y alcances intencionadamente distintos. Esto proporciona un estudio sistemático compuesto desde distintas perspectivas que se complementan y permiten re-significar ambos conceptos dentro del teatro griego.
El prólogo del libro está a cargo de Oliver Taplin (University of Oxford). En On How Tragedy Makes Cries of Pain Articulate, el autor propone una serie de reflexiones que surgen a partir de su traducción en verso de la tragedia Áyax de Sófocles. Al comienzo de su trabajo explica que para llevar a cabo la traducción presta especial atención a la musicalidad en Sófocles. Para el autor, los personajes y el coro se esfuerzan por encontrar las palabras que coincidan con el dolor y la angustia. De este modo, resalta el poder de la palabra poética y hace particular hincapié en la dificultad de encontrar un equivalente para traducir las expresiones no verbales propias de la tragedia como οἴμοι, αἰαῖ, παπαῖ, ὀτοτοτοῖ. En otras palabras, Taplin explica cómo en la escena trágica convergen la palabra, la danza y la música. El autor ejemplifica este argumento con un pasaje de la tragedia sofoclea. El principal objetivo es (de)mostrar cómo la falta de forma se convirtió en forma física y danza; la cacofonía en eufonía y canto; la falta de sentido en una intrincada y elaborada poesía.
En líneas generales, el artículo de Taplin resulta realmente interesante como primer abordaje para pensar cuál es el lugar que el autor le otorga a la retórica y al discurso dentro de la tragedia griega. Si bien no lo menciona directamente, creemos que todo su análisis es una forma de pensar que la retórica y el discurso no se sostienen solo con palabras sino que son el resultado directo del espectáculo griego en el que se entremezclan palabra, danza y musicalidad.
Luego del Prólogo, comienza el primer apartado dedicado a Tragedia que está compuesto de siete artículos. Es interesante observar cómo la mayoría de ellos hacen referencia a obras específicas y de ese modo se refuerza el objetivo principal del libro.
El apartado comienza con un trabajo de Milagros Quijada Sagredo (Universidad del País Vasco) que se titula La retórica de la súplica: los discursos de Adrasto y de Etra, (Eurípides, Supp. 162-92 y 297-331). Estructuralmente, comienza con una introducción temática, luego el primer apartado que se titula Peithein y Terpein: la comparación orador/poeta en el discurso de Adrasto. En un segundo momento, la autora se detiene en El discurso de Etra: la visión privada y política de la persuasión en Suplicantes.
En primer lugar, Quijada Sagredo destaca que uno de los aspectos más llamativos del motivo de súplica en Suplicantes de Eurípides lo constituye el hecho de que, en un primer momento, la petición de ayuda es rechazada por parte del personaje que habitualmente desempeña la función de prestarla a quien suplica. Para ejemplificar este argumento, la autora se detiene en el motivo de la súplica y analiza cómo aparece dramatizado en los discursos de Adrasto (vv.162-92) y Etra (vv. 297-331) cuando intentan convencer a Teseo para rogarle que las ayude a recuperar los cadáveres de sus hijos caídos en el ataque a Tebas. A lo largo del trabajo, la autora muestra en “espejo” el análisis de los discursos Teseo/Adrasto y Teseo/ Etra ya que ambos marcan el tono de la obra. Resulta clave este abordaje, puesto que refleja la inmediata relación y objetivo que se presenta en el título del volumen ya que, tal como lo expresa la autora, las formulaciones expresas contenidas en estos discursos sobre la necesidad de hablar libremente para dirimir los asuntos que conciernen al estado (Etra) y sobre lo que el ejercicio de la palabra como instrumento de persuasión y súplica supone para quien lo practica (Adrasto) constituyen indicadores de una conciencia retórica evidente.
A continuación, se presenta el trabajo de Georgia Xanthaki-Karamanou (University of the Peloponnese) cuyo título es: Fragmentary Plays of Euripides with Similar Rhetorical Motifs and Story-Pattern: The Aeolus and Melanippe The Wise. El trabajo se compone de una introducción, un primer apartado titulado The Aeolus of Euripides: Sources, Date, Outline of the Action. A continuación, un segundo apartado Melanippe The Wise: Sources, Date, Outline of the Action y por último, a modo de conclusión, Treatment of Rhetoric and Story-Pattern in the two plays.
En primer lugar, la autora resalta la presencia de un ἐσχηματισμένος λόγος1, es decir un ‘discurso figurado’ que forma el núcleo estructural de su(s) argumento(s). El ἐσχηματισμένος λόγος es una estructura retórica donde quien habla pretende transmitir una idea totalmente distinta de la que aparece a simple vista. La autora analiza cómo esta estructura aparece reflejada en Cánace y Melanipa, ya que ambas utilizan este motivo retórico para lograr que se perdone la vida de los hijos ilegítimos que han engendrado tras ser sometidas. El trabajo de Xanthaki-Karamanou es realmente exhaustivo e ilustrativo ya que aborda detenidamente los textos en griego para demostrar cómo la estructura de la trama de las obras analizadas contiene un patrón similar que permiten enmarcarlas bajo el concepto de ἐσχηματισμένος λόγος que se revela como el punto de inflexión de la acción. A modo de conclusión y luego de un exhaustivo y claro análisis la autora determina algunos elementos estructurales que se repiten en las obras como la intriga, la confrontación, la discusión verbal, el descubrimiento y el castigo. Estos elementos le permiten demostrar de qué forma selectiva Eurípides utiliza motivos y métodos propios de la retórica.
El tercer trabajo del apartado dedicado a la tragedia está a cargo de José Antonio Fernández Delgado (Universidad de Salamanca) y se titula Anaskeué y kataskeué del Heracles euripideo (HF 140-235). El autor lleva a cabo un análisis de una escena de agón entre Lico y Anfitrión en Heracles de Eurípides. Fernández Delgado propone dos puntos de vista para abordar el presente análisis: por un lado, apunta que la escena elegida constituye uno de los muchos agones repartidos a lo largo de la obra de Eurípides. Sin embargo, se destaca del tipo habitual por la gran desproporción entre la extensión del discurso de réplica, ya que la respuesta de Anfitrión es el doble de extensa, y la intervención de Lico. En segundo lugar, observa que la impronta retórica de este agón plantea el dilema de su autonomía vs. su función en la dramaturgia de la obra y la caracterización de los personajes.
Profundizando el análisis, el autor explica que el núcleo del debate de la escena euripidea consiste en una forma de ἀντιλογία, de ataque y defensa de un mismo tema, que posee un modelo de elaboración que conocemos mejor por la retórica escolar de siglos posteriores: ἀνασκευή/κατασκευή o refutatio/confutatio.
Fernández Delgado ofrece un claro y detallado análisis de este agón que le permite poner de manifiesto tanto la raigambre retórica de la escena como las claves de su inserción contextual y su función en la construcción del drama y sus personajes. El minucioso abordaje que realiza el autor permite observar cómo la escena elegida responde a un tipo singular de agón de súplica en el cual el debate entre las dos posiciones enfrentadas incluye otro que es la anaskeué/kataskeué que incluye, a su vez, otro tipo de debate conocido por la enseñanza progimnasmática que es la thesis (sobre la lucha hoplítica y la lucha con arco en este caso).
Al final del trabajo, el autor ofrece un “Apéndice textual” en griego junto con la traducción en español, que permite complementar la lectura de esta exposición. El trabajo de Fernández Delgado aborda los aspectos centrales del volumen (retórica/discurso/teatro) y también se destaca su estudio per se, ya que en el agón analizado vemos cómo las artes de la retórica se ponen claramente al servicio de su función dramática en el contexto inmediato de la obra.
El artículo que continúa es el de Maria do Céu Fialho (University of Coimbra) titulado The Failure of Rhetoric in Sophocles, Oedipus at Colunus. El objetivo central es analizar cómo en esta obra Sófocles muestra el fracaso de las estrategias retóricas en algunos personajes trágicos. La autora explica que esos discursos están bien construidos; sin embargo, desde el punto de vista técnico carecen de efectividad ya que las acciones hablan más fuerte que las palabras.
Maria do Céu Fialho recorre toda la obra sofoclea y (de)muestra cómo al comienzo, en la primera escena, hay un discurso verbal que está diseñado para mover y persuadir a otros. Sin embargo, la autora propone un recorrido por distintos motivos/discursos de la obra para exponer cómo los planes de los personajes (argumentalmente) caen a pedazos. Luego de un breve, pero profundo y claro, análisis de la tragedia sofoclea, la autora llega a la conclusión de que Sófocles parece estar diciéndole a una Atenas debilitada y marcada por la destrucción que las palabras están gastadas, que toda la argumentación utilizada en el espacio público no vale nada, porque carece de coherencia discursiva. El trabajo de Maria do Céu Fialho permite analizar la necesidad del dramaturgo de crear un lenguaje totalmente diferente, un lenguaje que sea efectivo y capaz de persuadir por sí mismo.
A continuación, Francisca Pordomingo (Universidad de Salamanca) en Discursos y Monólogos del drama en antologías de época helenística en Papiro centra su atención en cómo las antologías en papiro del período Helenístico han legado discursos y monólogos dramáticos en los que se evidencia la utilización de una forma retórica clara. Al inicio de su trabajo, Pordomingo se pregunta qué tipo de tradición representan las antologías, que ha podido configurar el texto transmitido. En primer lugar, responde que se ha considerado que las antologías representan la transmisión indirecta de los textos. Sin embargo y como principal argumento de su exposición, la autora explica que los textos transmitidos por tempranas antologías, las de época helenística, parecen tener más posibilidades de responder a una tradición directa y postula además que la antología parece tener un lugar propio entre la tradición directa y la indirecta. A lo largo del trabajo, la autora selecciona discursos y monólogos dramáticos que forman parte de antologías y en los que se evidencia el marcado carácter retórico. El primero de ellos es BKT V 2, 123-128 (Mertens-Pack 1568; LDAB 3753) que data del siglo II a.C. La autora explica que se trata de una antología de pasajes de comedia y tragedia, cuya selección responde a una idea central: psogos y epainos de las mujeres.
El segundo es P. Didot (Mertens – Pack 1319+401+31+1320+1435; LDAB 1048) del siglo II a.C. Por último, P. Giss. 152 (Mertens-Pack 1580; LDAB 2730) es un rollo de papiro que posiblemente contenía una antología de pasajes cómicos. En cada uno de los discursos seleccionados de las tres antologías, la autora se detiene minuciosamente, explica y demuestra cómo aparecen los “marcadores de conciencia retórica” que hacen referencia a la estructura de los discursos, a los modos de argumentación, y a la caracterización de los personajes.
Es interesante destacar la estructura que ofrece el volumen, ya que en el primer apartado dedicado a la tragedia, los primeros cinco trabajos abordan la temática propuesta a partir de obras específicas; mientras que, los últimos dos responden a temáticas generales ya que la retórica es enfocada como el arte del que ofrece un relato o hace una descripción para comunicarse de forma efectiva con quien escucha el teatro. Este entramado permite al lector configurar una lectura completa, global y particular de cada una de las temáticas abordadas.
De este modo, el trabajo de Máximo Brioso Sánchez (Universidad de Sevilla) se titula De nuevo sobre los mensajeros trágicos: un debate metodológico y aborda desde una perspectiva metodológica la figura del mensajero trágico y cómo funcionan las escenas en las que este personaje interviene. A lo largo de la exposición el autor recupera las posturas de determinados estudiosos que resultan influyentes al momento de abordar el tema y propone argumentos que se contraponen a las mismas. Para eso, recurre a ejemplos de la tragedia de Esquilo, de Sófocles y de Eurípides. El trabajo de Brioso Sánchez se inserta dentro de un debate metodológico, una discusión que permite re-pensar algunos postulados en función de la figura del mensajero.
El último trabajo que cierra el primer apartado es el de Franceso de Martino (Università di Foggia) sobre Ekphrasis e teatro tragico. El autor comenta de manera global las ekphraseis más conocidas que aparecen en las obras de los grandes trágicos: Esquilo, Sófocles y Eurípides. En su trabajo propone una definición de ekphrasis e intenta demostrarla con ejemplo de fragmentos tomados del teatro griego.
El segundo apartado de Retórica y discurso en el teatro griego está dedicado a la Comedia. El primero de los tres artículos que conforman este apartado corresponde a Martin Hose (Ludwig-Maximilians-Universität München) y se titula Die Rhetorik der altattischen Komödie: Wie konstruiert sich eine Wahrscheinlichkeit der Phantastik? El autor toma como ejemplo la comedia aristofánica y a partir de los comienzos de Aves y Caballeros examina las estrategias dramáticas utilizadas por Aristófanes para dotar a sus obras de credibilidad, es decir, de cierta plausibilidad retórica.
Por su parte, Jeffrey Rusten (Cornell University) en Political Discourse and the Assembly in Four Plays of Aristophanes propone un análisis en conjunto del comienzo de cuatro obras de Aristófanes en las que el discurso cumple un papel fundamental: Acarnienses, Asambleístas, Tesmoforiantes y Lisístrata.El objetivo principal del autor es presentar la corrupción y la ineficiencia de la asamblea ateniense y su sustitución por discursos más efectivos provenientes de grupos marginados.
A lo largo de la exposición, Rusten analiza los discursos políticos que aparecen en las asambleas aristofánicas con el objetivo de pensar qué elementos se presentan como una realidad política e histórica de su tiempo y cuáles reflexionan sobre la teoría retórica. Este artículo se inserta perfectamente en el volumen ya que propone un análisis que está sostenido en los ejes del discurso y la retórica y lo ejemplifica a partir de un corpus que presenta características en común y no se detiene en cada obra por separado, sino que las integra en un estudio mayor que parte de leer el discurso y la retórica en la comedia aristofánica.
El último artículo del apartado dedicado a la comedia corresponde a Maria de Fátima Silva (University of Coimbra) y se titula The Rhetorical agon as Dramatic Condiment in the Epitrepontes of Menander. Este estudio está dedicado a Menandro y la comedia nueva. María de Fátima Silva centra su atención en el agón central de Epitrepontes puesto que corresponde al modelo de trama convencional en Menandro. La escena que analiza ocupa un lugar central en la obra: aparecen dos esclavos que entablan una disputa dialéctica por el derecho de posesión de un niño que ha sido abandonado. La autora explica que esa escena articula con éxito los dos motivos sugeridos en el título: la guardia de un niño abandonado y el arbitraje sobre su posesión y destino. A lo largo de su estudio, Silva demuestra cuáles son los elementos estructurales que componen la escena elegida y le imprimen un notable estilo retórico.
Para concluir, el volumen reserva un apartado para el Drama Satírico. Allí, M. Carmen Encinas Reguero (Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea) escribe sobre Ichneutai de Sófocles. Una lectura en clave retórica. En este último estudio, la autora propone una revisión de los fragmentos conservados de Ἰχνευταί (Los sabuesos o Rastreadores)de Sófocles, obra que resultó conocida a partir de 1912 y que es el drama satírico mejor conservado después del Cíclope. Lo novedoso del planteo de Encinas Reguero es que propone una lectura de este drama satírico desde un punto de vista retórico. La autora analiza el modo en el que en Ἰχνευταί se lleva a cabo la búsqueda de las vacas de Apolo y del ladrón de las mismas, pues en esa búsqueda, sorprendentemente, los diferentes tipos de pruebas retóricas adquieren un importante protagonismo.
La autora desarrolla un análisis profundo del drama satírico para demostrar cómo aparecen los distintos tipos de pruebas retóricas perfectamente estructurados y diferenciados. De un lado, los testimonios de los testigos; de otro lado, los indicios físicos; y, por último, los argumentos de probabilidad.
Para concluir, cabe destacar la importancia de este último trabajo como cierre del volumen ya que nos permite apreciar y profundizar en el conocimiento de un género como el drama satírico pero, a su vez, da cuenta de la relevancia que el arte retórica pudo tener también en ese género, como lo tiene en la tragedia y en la comedia.
El volumen aporta no sólo nuevos puntos de vista sino también la posibilidad de integrar nuevas lecturas en espacios que generalmente aparecen analizados de manera aislada, de manera de ofrecer una lectura completa en la que los distintos artículos se complementan y dan idea cabal de cómo aparece la retórica en el discurso del teatro griego.
Notas
1 La autora lo traduce como “artificial, disguised speech” (p. 61).
María
Luz Mattioli
Universidad
Nacional de La Plata
Este volumen compendia los trabajos presentados en el marco de las VI Jornadas Internacionales Estudios actuales sobre textos griegos (La Comedia), realizadas en la Universidad Nacional de Educación a Distancia de Madrid, entre los días 22 y 25 de octubre de 1997.
La publicación se comienza con una breve “Nota preliminar”, en la que Juan Antonio López Férez, editor del volumen y director de las jornadas, expone concisamente las temáticas de los trabajos reunidos y, a su vez, encomia la memoria de los estudiosos W. Geoffrey Arnott, Enzo Degani, Eric W. Handley, Jesús Lens Tuero y Antonio López Eire, cuyas presentaciones en aquellas jornadas se hallan publicadas en este ejemplar.
A continuación, se presentan los dieciséis trabajos compilados, seguidos por los “Abstracts/ Resúmenes” de cada comunicación, por los “Índices” (divididos en “Pasajes citados” y “Autores, obras y algunos otros términos notables”), por la “Lista de autores” y por “Volúmenes aparecidos”, apartado en el que se exponen los otros libros pertenecientes a en la Colección de Estudios de Filología Griega
En el primero de los trabajos, “Los fragmentos utópicos de Las Bestias de Crates”, José Lens Tuero analiza los fr.16 y 17 de Las Bestias de Crates. El estudio se enfoca en la noción de los autómatoi. A partir de los fragmentos analizados, el autor establece dos ámbitos en los cuales se enmarcan tales inventos: el alimenticio y el sanitario. Luens Tuero, a su vez, contextualiza los fragmentos de Crates en la tradición griega,
El segundo artículo, “The Portrayal of the Slaves en the Prologue of Aristophanes ´ Knights” de Jeffrey Henderson, centra su mirada en la construcción del Esclavo A, del Esclavo B y del Paflagón en la segunda obra conservada de Aristófanes. El estudio recorre minuciosamente las posibilidades de identificación de estos personajes con Demóstenes, Nicias y Cleón, respectivamente, a partir de los procesos identificatorios entre personajes de las obras y las personas de la vida social más recurrentes en la obra aristofánica.
En el tercer artículo, “La revissione delle Nuvole di Aristofane”, Angelo Casanova revisita la cuestión de las dos Nubes de Aristófanes. La primera, representada en los años 423/422 a.C y la segunda, que es la que llegó a nuestros días, revisada entre los años 420 y 417 a.C. El análisis toma como principales elementos los argumenta de la obra aristofánica así como contrasta elementos conceptuales.
El cuarto artículo, “I coreuti 'piedi di lupo' nella Lisistrata di Aristofane” de Franca Perusino, aborda la adjetivación del coreuta masculino como lukópodes, en el verso 667 de Lisístrata. El trabajo aborda, por un lado, la potencial referencia a los tiranos por medio de dicho adjetivo, que tendría su fuente en Aristóteles. Por el otro, indaga en la visión que la crítica moderna le ha dado, pues ha sido leído como “de pies desnudos”.
“Le ‘Rane’ di Aristofane e le tendenze della letteratura greca dalla fine del quinto agli inizi del quarto secolo: riflessioni su un periodo di transizione”, de Bernhard Zimmermann, es el quinto trabajo del tomo. El autor presenta un elaborado estudio sobre el estado de las representaciones de la época de Ranas. Encontramos en el artículo una división en tres temas vertebrales: “1. Mescolanza di generi” (dividido, a su vez, en Tragedia, Commediay Ditirambo); “2. Manierismo”; “3. Arcaismo”. A partir de esta taxonomía, Zimmermann presenta el estado de constante revisión a la que estaban sometidas las obras sobre el final del siglo V a.C.
La siguiente comunicación, perteneciente a Maria Grazia Bonanno, se titula “Metafora e critica letteraria. A proposito di Aristofane, Rane 900-904”. En ella, la autora repasa, en clave metafórica, por un lado la contraposición entre Esquilo y Eurípides (en Ranas) y la contraposición entre Aristófanes y los otros comediantes (en la parábasis de Caballeros). Establece como referentes de ambas elucubraciones, la perteneciente a la tragedia y la perteneciente a la comedia, a Esquilo y Cratino, respectivamente, como los estandartes dionisíacos del teatro clásico.
En “La comedia aristofánica a la luz de la pragmática”, Antonio López Eire propone la lectura de la obra de Aristófanes a partir de la teoría de los actos de habla. El Estudio se encuentra segmentado en ocho apartados. El primero de ellos, “Propósito del trabajo”, enmarca la línea con la que desarrollará el estudio. Luego, encontramos un apartado para cada tópico relevante con una completa exposición de citas que permiten ver el intento de influir a los interlocutores en la obra aristofánica. Entre ellos se hallan: “Emisor, receptor, situación, contexto, entonación y mímica”; “El contexto y la política”; “El contexto y la economía”; “El magisterio ético- político del poeta”; “Censura y escarnio de los políticos”; “El contexto y las concepciones religiosas” y “La ridiculización de los dioses en la comedia aristofánica y sus precedentes literarios”.
El octavo artículo corresponde a David Konstan: “Aristófanes sobre la compasión y el temor”. En este interesante trabajo, Konstan revisa el par aristotélico “compasión y temor” como los sentimientos trágicos por excelencia, surgidos a partir del sufrimiento de los homoioi, a la luz de tres comedias: Acarnienses, Tesmoforiantes y Ranas. Su propuesta se basa en que, para Aristófanes, las emociones trágicas deben ser, como sucede en la obra esquilea, “no la piedad y el temor, en primera instancia, sino más bien la resolución y determinación heroicas”.
En el centro del volumen encontramos “Sophía en las obras conservadas de Aristófanes” de Juan Antonio López Férez. En este artículo, el más extenso del libro, notamos un detallado análisis del vocablo “sophía” en la obra aristofánica y de los conceptos vinculados con él. López Férez ofrece una taxonomía interesante del término: I. Propio de profesiones y oficios manuales; II. Correspondiente a la esfera intelectual. Dentro de esta categoría establece dos subcategorías: a. De origen divino y b. Producto del esfuerzo humano. Por último, dentro de este subgrupo, establece tres tipos de manifestaciones: 1) con sentido positivo; 2) un caso especial; 3) sentido negativo, sospechoso o distorsionado.
El décimo trabajo corresponde a María de Fátima Silva: “L´étranger dans la comédie Grecque Ancienne”. La catedrática de la Universidad de Coimbra analiza la noción de extranjería, sobre todo a partir de Acarnienses y Avesde Aristófanes, vinculándola, en primer lugar, al concepto de barbarie y, luego, a ciertas características que los atenienses juzgaban propias de cada pueblo.
Enzo Degani, en “Parodia e gastronomia in Platone comico”, analiza el fr. 189 (según la edición de Kassel y Austin) que corresponde a Faón de Platón el cómico. En el trabajo, Degani estudia cada uno de los veintidós versos del fragmento, enfatizando en la construcción cómica a partir de las referencias a los modos de cocción, fundamentalmente de peces.
En “Les sentences chez Antiphane”, Michel Menu propone una taxonomía de las gnômai de Antífanes. Su trabajo, arguye, surge a partir de la carencia de un estudio que dividiera criteriosamente, tanto en la antigüedad como en la modernidad, las sentencias de los proverbios. A partir de dos aspectos fundamentales: “el registro sociológico y el registro moral”, propone una clasificación de las sentencias. El registro sociológico está dividido en tres grupos: A. Status social: richese/ pauvreté; B. Relations humaines et affectives; C. Destinée humaine. El registro moral, en cambio, está dividido en “Affliction”, “Mesure/ orgueil” y “Méchanceté- injustice”.
El decimotercer estudio, “POxy: Menander, Dis Exapaton 18-30”, pertenece a Eric W. Handley. En él, el autor revisa el pasaje citado en el título, fundamentalmente, a partir de aspectos performativos, debatiendo sobre el carácter monológico de la cita, en relación a la cantidad de actores que podrían estar en escena. Por otro lado, el catedrático también presenta la vinculación entre el Dis Exapaton de Menandro y Bacchides de Plauto.
W. Geoffrey Arnott, en “Menander, Samia 96-111”, realiza un estudio orgánico del fragmento perteneciente a Samia. El artículo está distribuido en seis apartados: I. Text, critical apparatus, English translation; II. Textual decisions. En estos dos segmentos encontramos el carácter editor del estudioso. III. Difficulties of interpretations. En este apartado, el autor discurre sobre las diferentes interpretaciones que han recibido tanto Póntos como Bydzántion. IV. Theatrical points; V. Dramatic Multivalence. Aquí, Arnott estudia, por un lado, aspectos performativos del fragmento y, por el otro, su contextualización en la obra. VI. A pointer to the plays´ date? En este apartado final, el autor propone, aunque con ciertos reparos, el año 314 a.C. como potencial fecha de representación de la obra.
En la penúltima presentación, “Scene notturne nelle commedie di Menandro”, Giussepe Mastromarco estudia las escenas nocturnas de la obra del comediógrafo, presentándonos las características estructurales y temáticas de tales pasajes. Por un lado, el estudioso analiza que las escenas nocturnas tienen una estructura análoga y una temática recurrente: las mismas se abren con un monólogo del enamorado, seguido por un diálogo en el que el amante lamenta la infelicidad de amor.
La última comunicación pertenece a Alan H. Sommerstein: “Platonio, diff. Com. 29-31 y 46-52 Koster: Eolosicón de Aristófanes, Odiseos de Cratino y la comedia media”. En este estudio, su autor analiza la postura de Platonio acerca de la relación entre Eolosicón de Aristófanes y Odiseos de Cratino. Según Sommerstein, Platonio incurre en tres grandes errores: por un lado, supone que los textos son contemporáneos. En segundo lugar, encuentra un error de tipo histórico: pues propone que el pasaje de la Comedia Antigua a la Media sucedió luego de la sustitución de la democracia por la oligarquía, época muy posterior a la muerte de Aristófanes. Por último, Platonio arguye que ni Eolosicón ni Odiseos poseen cantos corales ni parábasis y esa afirmación resulta equivocada.
Teniendo en cuenta la diversidad temática y la diversidad en el abordaje de los estudios, así como el talante de los autores que conforman el volumen, consideramos esta compilación de un valor inestimable y una visita casi obligada para todos los estudiosos de comedia griega y de literatura griega en general.
Pablo
Bernasconi
Universidad
Nacional de La Plata
Anthony Bowen es Miembro Emérito del Jesus College de Oxford y ha sido Orador de la Universidad de Cambridge desde 1993 hasta 2007. Su edición, traducción al inglés y comentario de Suplicantes de Esquilo cumple con dos requisitos que obligan a recomendar su lectura: economía en su presentación y virtuosismo en el enfoque.
Las palabras iniciales del autor, en apariencia anecdóticas, dedicadas a contar cómo concibió la idea de este libro, manifiestan el valor de la iniciativa conquistada. Bowen cuenta que, en el año 2005, él mismo dirigió una puesta en escena de Suplicantes en la Escuela de verano de Bryanston en Griego Antiguo organizada por la JACT (Joint Association of Classical Teachers). Gracias al caluroso aplauso del público juvenil, Bowen entendió que había logrado revivir una obra que pocos parecían conocer. Ciertamente, Suplicantes de Esquilo merece ser difundida, tanto entre helenistas como entre amantes del teatro. La labor de Bowen en este libro no sólo cumple con el objetivo de dar publicidad a la obra, sino también con el de colaborar con el necesario reconocimiento de su excelencia compositiva.
El libro se compone de cuatro partes: Introducción (2-40), Bibliografía (42-52), Texto bilingüe griego-inglés con aparato crítico (54-139) y Comentario (140-360). Culmina con una práctica serie de índices (361-374) que simplifican el análisis del investigador, organizada según las referencias a otras obras de Esquilo; otros autores griegos; autores latinos y otros autores; dioses, personajes, lugares y tópicos; cuestiones lingüísticas, gramaticales y retóricas; palabras griegas referidas en notas.
El apartado introductorio es breve pero sorprendentemente erudito y completo, dado que cada tema logra ser presentado extractando las principales discusiones críticas y recuperando la bibliografía fundamental, pero sin superar la página de extensión. Está encabezado por una práctica sinopsis de la obra, que no sólo facilita al lector la comprensión cabal del argumento, sino que procura destacar la trascendencia que tiene la percepción visual del espectador a lo largo del proceso de interpretación dramática. La sinopsis anticipa tomas de posición clave del autor, tanto respecto de la conjeturable puesta en escena, como de polémicas tradicionales aún no zanjadas por lo estudiosos de este drama. Bowen acuerda con la propuesta de que el actor que interpreta el papel de Dánao ingresa junto al coro en el verso 1, mientras que el heraldo lo hace en el verso 825 acompañado de sus amos Egipcios, que ofician como coro suplementario. Según Bowen, la participación de este personaje colectivo se divide en dos, la del intercambio coral entre Egipcios y Danaides y la del representante de los pretendientes con las protagonistas. Respecto de la controvertida escena final, el autor aboga por un canto amebeo entre las Danaides y un tercer coro, conformado por guardias de la ciudad de Argos. Lamentablemente, el acierto de esta sinopsis y la agudeza en la apreciación de los momentos dignos de ser extractados se diluyen en la confusión con la que se proponen los segmentos de la obra sintetizados, ya que no resulta claro cuál es el criterio que el estudioso ha utilizado para fraccionar el drama: no se trata de escenas ni de discursos, sino de particiones a primera vista caprichosas, encabezadas por números de verso de apertura y cierre.
A continuación, dos breves apartados se dedican a la presentación del mito recreado en la tragedia. En “The myth: chief elements”, se señalan los escasos elementos comunes a todas las versiones del mito, según el cardinal libro de Alexander Garvie de 1969, y se destaca el poder de invención esquileo sobre la base de la tardición mítica. En “The myth: sources” son mencionados los distintos tratamientos poéticos del mito que han sobrevivido hasta nuestros días.
El tercer apartado se denomina “The tetralogy”. Allí Bowen no sólo hace referencia a la tesis decimonónica de Schlegel, hoy prácticamente consensuada por los críticos, según la cual Suplicantes fue representada junto a Egipcios y Danaides, sino también a la afamada revolución crítica que produjo, en el año 1952, la publicación del papiro Oxy. 2256. En este abreviado compendio sobre un tema que resulta objeto de extensos debates, Bowen también informa acerca de la polémica en torno al orden de representación de las tragedias, dentro de la cual se destaca la disidencia de Sicherl, Rösler y Sommerstein, quienes, a contramano de la mayoría, abogan por la propuesta de Schlegel de que Egipcios debió haber sido la primera de la trilogía. En relación con este problema, Bowen esgrime argumentos propios y ajenos para fundamentar, de manera suscinta y sólida, su acuerdo con el criterio más extendido de que Suplicantes ha sido montada en primer lugar.
A continuación, sigue una prolija sección informativa acerca de las dificultades relativas a la datación de la obra, organizadas en cuatro apartados, sucedáneos del planteo señero de Garvie: “The date problem”, “Dating by structure”, “Dating by contemporary events”, “Dating by language”, “Dating by dramatic technique” y “The date: conclusion”. Resulta sumamente destacable el hecho de que el autor no sólo resume una enorme cantidad de posiciones críticas en torno a la fecha de representación de la obra, sino que, asimismo, intercala su parecer ante los distintos niveles del debate. La conclusión final de Bowen es que la datación en el año 463 a. C. es la más probable. No obstante, desanima la recurrencia del autor a una tesis admisible en 1969, pero insuficiente para el siglo XXI, tras más de seis décadas de la difusión del papiro Oxy. 2256: que las anomalías de Suplicantes pueden explicarse suponiendo una intención experimental del dramaturgo al componer el drama.
Tras exponer las dificultades fundamentales que ha presentado la obra para los helenistas, Bowen se consagra a la tragedia. En “The play's form”, Bowen propone una división de la obra en dos partes, 1-709 y 710-1073, apoyado en dos reconocidos planteamientos previos: la distinción entre “estructura formal” y “estructura dinámica” de West (1990) y el recurso de la repetición formal, llamado por Taplin (1977) “escenas-espejo”. Lo destacable de este apartado consiste en que, a pesar de la brevedad de la Introducción, el autor se preocupa por señalar tanto la aceleración estructural de la segunda parte (que compara con la resolución de Coéforas 653-930), como la trascendencia del controvertido discurso final de Dánao (980 y ss.) en conexión con su propio discurso inaugural. En “The play's people”, Bowen presenta sucinta pero precisamente a los personajes más dominantes de la tragedia: las Danaides, Dánao y Pelasgo. Desafortunadamente, contadas palabras dedica a los otros personajes colectivos, Egipcios y Argivos, que por su respetable incidencia en los acontecimientos dramáticos, merecen mayor atención. Finalmente, en “The play's staging” y “The play’s costumes and props”, se ilustra con suma lucidez el uso que el poeta hizo de los instrumentos escénicos, con particular advertencia sobre el efecto escénico de tres coros durante la performance.
Cerca del final de la Introducción, tienen lugar dos apartados que propician información sobre las hipótesis generadas alrededor del desarrollo de la trilogía. “After Supplices” y “Aegyptii and Danaides” se apoyan, por un lado, en los indicios de eventos posteriores que pueden advertirse a partir del análisis de Suplicantes; por el otro, en los datos aportados por los escasos fragmentos conservados de las otras dos obras, que presumiblemente habrían completado la obra magistral. Amerita una mención especial el apartado titulado “The merits of Supplices”. Siempre resulta eficiente cuestionarse por qué ciertas obras han sobrevivido y otras han sido excluidas del canon de la antigüedad, incluso separadas, como en este caso, de sus hermanas. En un párrafo, Bowen señala que las virtudes de Suplicantes son su desafío en la elección del mito, la dinamicidad de su estructura, la excepcionalidad de sus protagonistas, la magistralidad en la composición de su música y la inventiva de su lenguaje e imaginería, de manera que provoca al lector del libro a percibir la obra desde un punto diferente del tradicional.
La introducción a la obra no culmina, sin embargo, con las discusiones en torno a lo inherente a la composición. Resulta destacable la oportuna exégesis de Bowen respecto de las distintas características y problemas vinculados al texto, que se presentan tanto para el editor como para el intérprete de esta tragedia. En primer lugar, la cuestión de la fuente. En “The manuscript (s)”, el autor brinda observaciones sobre los manuscritos, en particular sobre el Mediceus, el único que ha transmitido Suplicantes. En “Text and apparatus criticus”, Bowen indica que el texto fijado por él se cimenta sobre un acabado estudio de M en el facsímil de Rostagno y sobre la edición de West (1998) basada en la revisión del texto de Teubner, pero que constituye una propuesta personal, que difiere de los textos anteriores. Indudablemente, constituye una decisión acertada su intención de presentar un texto que, como expresa, estimule al lector a mantener la lectura continua de la obra lo más razonablemente posible. Tras la breves palabras en torno a su traducción de la tragedia (“Translation”), donde el autor manifiesta su elección del estilo en prosa (según la práctica de la edición de textos clásicos de Aris & Phillips), Bowen ha juzgado conveniente consagrar los últimos tres apartados de la Introducción a otra de las características particulares que luce Suplicantes: su musicalidad. De este modo, el colofón de esta primera parte lo constituyen las secciones tituladas “Metre”, “Iambics, trochaics and anapaests” y “Lyrics”.
La segunda parte del libro, dedicada a la bibliografía, llama la atención por su organización. Se articula en cuatro ítems: 1. “Texts” incluye las ediciones de Suplicantes; 2. “Reference books” el material intrumental; 3. “Editions” abarca otras obras, distintas de Suplicantes de Esquilo y 4. “Other” recopila la extensa nómina de bibliografía crítica, que incluye trabajos de investigación de todas las épocas, desde principios del siglo XX hasta la primera década del siglo XXI.
El texto de la tragedia está acompañado por un aparato crítico sencillo y práctico, que suma las propuestas de la ediciones más recientes: la de Sandin (2005) sobre los versos 1-503 y la de Sommerstein (2008). En la versión traducida al inglés se intercalan los números de verso, lo cual permite establecer un ágil recorrido de ida y vuelta entre ambas lenguas. En ella, se destacan las acotaciones escénicas, que subrayan la esencial utilización del espacio escénico en Suplicantes. A pesar de la traducción en prosa, Bowen se ha preocupado por señalar entre paréntesis los metros líricos empleados en cada oportunidad, dando cuenta de la variopinta y significativa composición musical de la tragedia. El comentario resulta el gran logro del libro, que glosa con detalle particularidades del texto, en gran medida oscuro y disuctido, sin reducirlo a dificultades propias del manuscrito ni a hipótesis estrictamente vinculadas con el uso de la lengua y la fijación del texto, sino ampliándolo hacia las potenciales elucubraciones en torno a la realización de ciertos pasajes en el espectáculo.
Todo estudioso que tenga la oportunidad de acceder a este libro no sólo encontrará información bibliográfica sustancial y actualizada, una sensata y armónica reseña de las numerosos problemas que incumben el acercamiento a Suplicantes, tanto como un comentario puntual y perspicaz de notable utilidad, sino que tendrá ocasión de redescubrir la valía y el atractivo de una obra frecuentemente olvidada.
María
del Pilar Fernández Deagustini
Universidad
Nacional de La Plata
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