Dossier: Nuevas tendencias en los estudios homéricos
Nuevas tendencias en los estudios homéricos. Introducción
Recent Trends in Homeric Studies. Introduction
“Homero”, para los bárbaros que somos, es un significante flotante, el
operador mágico de la performance poética. Un nombre de designación
fluida, pero de operación grave: el operador de la belleza-del-mundo.”
B. Cassin. Cómo hacer de verdad cosas con palabras (2022, p.52)
El presente dossier de Synthesis reúne un grupo de artículos que proporcionan perspectivas amplias y novedosas respecto de los poemas homéricos, que esperamos contribuyan al trazado de un panorama crítico sintético, pero certero, sobre los textos que inevitablemente constituyen el origen de la creación poética para el mundo griego antiguo y que poseen ya un valor patrimonial de “archivo” de la humanidad. Tal como el epígrafe clarifica, Homero nos excluye registrando nuestra trágica situación de distancia respecto de la creación poética, nuestra barbarie y, sin embargo, nos integra, sin escisión posible, en su hechizadora creación de belleza.
En la historia y la teoría literaria se han sucedido de modo intermitente las publicaciones de textos críticos con títulos similares al que proponemos en este volumen y que han atestiguado diacrónicamente cuán significante es Homero. En esa reflexión consecutiva se han abordado las diversas disyuntivas que han acuciado en forma obsesiva a los homeristas de las nacionalidades más diversas. Y no es preciso remontarse a los chorizontes, o a analistas o neoanalistas, baste con recordar las diatribas entre oralidad y escritura, o a las disquisiciones sobre la perentoria necesidad de escritura para habilitar enfoques narratológicos e intertextuales.
Los autores que han colaborado en el presente volumen han propuesto revisiones de posiciones críticas cuyo cuestionamiento implica una lúcida osadía intelectual, como lo es replantear los alcances de la “religión” en Homero, o revisar la exquisita incidencia de la mousiké en el diseño de lo humano en Ilíada, o discutir una raigambre de divinidad en el funcionamiento de Helena. Tampoco han quedado exentos los aportes de la precisión lexicográfica, de la delectación socrática en la recepción de Homero o de una nueva aproximación a las especies líricas para las cuales Homero también se constituye en “operador”.
La vinculación entre mito, religión y ritual ha ocupado los estudios de la cultura griega antigua de modo intermitente. Los poemas homéricos no han sido una excepción, ya que su antigüedad permitía escudriñar un contacto más estrecho con situaciones presuntamente “primitivas” en los orígenes de los relatos explicativos del mundo circundante y que definimos con la palabra mito. La tendencia crítica a interpretar la poesía homérica como sede de una “religión” ha confrontado recurrentemente la figura del héroe del relato épico con la cultual. El estudio de Richard Martin propone analizar los vínculos entre los rituales épicos y los reales con el fin de interpretar con más certidumbre sus incidencias y consecuencias en la poesía homérica, cuya interacción con el culto coloca en equilibrio ambas manifestaciones en relación con lo que podemos llamar “religión”.
El propósito de explicar a Homero a partir de Homero resulta renovado en el artículo de Christian Werner, quien ha prestado atención a la tensión entre destrucción y composición desarrollada en el canto XVIII de Ilíada como facetas ineludibles en la vida humana que el poema representa. Es justamente la esfera de la mousiké, la de la creación sonora, presente tanto en el coro de Nereidas que eufónicamente acompaña el duelo de Tetis, como en el escudo de Aquiles, la que permite abordar esa variedad inescindible de la experiencia humana. Se trata de una perspectiva integradora que supera la marginalidad de una lectura meramente estética o humanista.
Entre los personajes extraordinarios que Homero nos ha legado, sin duda, la controvertida figura de Helena destaca no solo por la hibridez de sus orígenes, que le confieren una compleja paridad con los héroes; sino también por los rasgos peculiares de su accionar, que exacerban su distancia con lo humano a la vez que imponen su proximidad con las figuras divinas. El artículo de Ronald Blankenborg aborda a la enigmática Helena postulando un precedente cultual pregriego o ¿micénico? que ha conferido al personaje su complejo funcionamiento. Homero le parece escindido entre la percepción netamente humana de Helena y su actuación como ser divino; pero con una predilección por ella como figura divina en la intimidad del poema. Amparando esta opinión en la recepción que adosó a Helena un sinnúmero de propiedades seductoras, clarifica mucho de aquello que en Ilíada y Odisea ofrece enorme dificultad de interpretación. La “elusividad” de Helena nos muestra a un narrador que sucumbe ante su seducción.
Homero no ha sido exceptuado de los análisis lingüísticos que añadieron a las perspectivas filológicas la posibilidad de contemplar la estructura del léxico, la sintaxis de los casos semánticos o la evolución de los significados, entre otros aspectos relevantes. Jesús de la Villa aporta su experticia en este campo al considerar diacrónicamente la distribución en la sintaxis de términos que expresan una personalización o un animismo en Homero; pero cuya proyección en la tragedia, la comedia aristofánica y el discurso historiográfico implica una evolución hacia la abstracción. Su aporte permite no solo una ampliación del conocimiento del imaginario antiguo, sino también una comprensión más clara de la conceptualización de la abstracción.
Los estudios de recepción han abierto interesantes perspectivas críticas desde hace varias décadas. Si, como suele decirse, muchos poetas han abrevado en Homero, la recepción de sus textos propone una focalización del análisis crítico desde la fructífera óptica de la incidencia social o individual de su fuerza poética y su comprensión del mundo. El caso del Sócrates platónico, probablemente sea el más atractivo de la recepción de Homero en tiempos antiguos. El estudio de Naoko Yamagata ilumina la discusión histórica acerca de la veracidad del afecto socrático -y no meramente platónico- por la épica homérica y no solo por la abundancia de citas que le son atribuidas, sino además por la coincidencia de tres autores (Platón, Jenofonte y Aristófanes) en ese retrato. De tal modo, Homero “informa” y “conforma” el retrato de Sócrates, atraviesa internamente el pensamiento del personaje y le concede forma externa a sus expresiones en tres géneros discursivos diferentes. Fue necesario registrar el afecto de Sócrates por Homero, para que aquél fuera quien fue y Yamagata, con maestría, encuentra los mejores sustentos textuales.
Finalmente, el renovado interés por la coralidad ínsita en el drama griego ha permitido un replanteo de las especies líricas sobre las cuales la épica homérica nos brinda valiosa información. El artículo final, de autoría propia, analiza cómo el carácter divergente de Odisea en cuanto a las soluciones narrativas y al paradigma heroico se expande en episodios de coralidad a cargo de Penélope, Nausícaa y sus jóvenes acompañantes o las Musas que lamentan a Aquiles hacia el final del poema.
El presente dossier aspira a insuflar renovado interés por los poemas homéricos, explora nuevas perspectivas críticas o replantea posiciones consagradas en reconocimiento a ese significante insoslayable que es Homero. Agradezco a mis colegas que me hayan investido con semejante responsabilidad, sobre todo porque con ello me han permitido homenajear nuevamente a quienes me guiaron en mis primeras lecturas homéricas.